} .slideshow-container { width: 400px; height: 320px; background: #bb0000; border: 2px solid #bb0000; }

domingo, 15 de julio de 2012

El cambio

El cambio de rumbo de mi espíritu deportivo en el trail running y en las nuevas metas de mi vida nace de una piedra verde.
Un estímulo de color en un paisaje monocromático fue el causante de un cambio de actitud.

Siempre he hecho mucho deporte, de pequeña me divertía soñando con ser una gran campeona ganando medallas olímpicas y esas cosas…
Cuando crecí, seguí haciendo deporte pero sin soñar tanto, siendo más realista, teniendo los pies y el corazón más a ras de suelo. 
Comencé a correr…, y a correr mucho…, nunca con la intención de ir más rápido, pero sí de llegar un poquito más lejos cada día. Y eso me apasionaba, me volvía libre, dueña de mi mundo, de mi pequeño planeta.
Después de varios objetivos deportivos dentro de algunas competiciones que me planteé como metas de temporada…, corriendo en un training camp, me perdí…
Y tras tropezar con esa piedra verde que me rescató en medio del bosque, todo cambió.

¿Por qué no me había dado cuenta antes?
¿Por qué no creí en mí?
¿Por qué nos ponemos barreras ficticias?

Es curioso. Me había planteado llegar más y más lejos pero nunca llegar más arriba…
Sí lo había hecho en mis sueños de niña pero nunca en mis ilusiones de adulta…
Si tenemos algo en nuestra mente que nos ilusiona, que nos morimos de ganas por hacerlo…,  ¿qué es lo que hace que ni siquiera lo guardemos en un rinconcito de nuestra mente?.
Mi ilusión deportiva de subir más arriba estaba encerrada dentro de un baúl fuera de mi alcance….
…hasta que tropecé con la Piedra Verde y me preguntó: ¿qué te impide no intentarlo?

¿Qué me lo impide? ¿Quien me lo impide?
¿El miedo? ¿El esfuerzo que supondrá?
¿O soy yo la que he cerrado los ojos hasta este momento?
...
Ahora, dentro de dos semanas, abriré la puerta del primer reto y sumaré zancadas para llegar, llegar más arriba…


No hay comentarios :

Publicar un comentario