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martes, 17 de julio de 2012

...de risa

Érase una vez una mujer que se levantó a las 5,50 horas para respirar…
Paseó a su perro a las 6,10, bajo un cielo estrellado, un viento de mil demonios y pocas ganas de comenzar el día de esa manera y con esas prisas…
A las 6,20 horas se le escapa el perro e intenta perseguirlo ya que no puede gritar su nombre, despertaría a todos los vecinos…¡ños! ¡dichoso perro, dichosos gatos, dichoso verano lleno de gente por todas partes!
A las 6,30 horas despierta a su hija, la viste, la desviste, le pone el pantalón que repite día sí y día también en un armario lleno de pantalones mega geniales, la peina, la despeina, la vuelve a peinar, desayunan. Hoy toca zumo, pan tostado, cereales, multivitamínico, extra de vitamina B, ferronosequé, pieza de fruta, frutos secos…¡ños! ¡la cocina parece una factoría a pleno rendimiento!. Desayuno extra grande ingerido en un tiempo extra rápido…
Vestirse para el curro, preparar mochila para la niña, preparar comida media mañana (la mitad de los días se queda encima de la mesa de la cocina), coger el móvil, el bolso, la basura, el reciclaje, la niña, cerrar al perro, cerrar la puerta, abrir la del garaje, sacar furgoneta, dejar a la niña en casa de su hermana (hoy libra), y dirigirse, al fin …, al bendito curro…
Quince minutos de relax.., respira, respira, precioso sol mañanero, impresionante costa, mar, mar, mar… y llega al trabajo.
Ficha, enciende tres ordenadores, tres mesas diferentes, ella sola. Mes de vacaciones para el resto de compañeros, triple trabajo que atender, tres departamentos, seis teléfonos.., una silla.
Tras una hora en su despacho le entra la risa tonta, ella sola se descubre riéndose de ella misma. ¡Si las decenas de usuarios la viesen en pleno funcionamiento se reirían con ella seguro!
En su mesa dos pantallas y ocho programas abiertos a la vez, que sumados a los ordenadores de sus vecinos en vacaciones suman diez,  y  seis teléfonos sonando, atendiendo inscripciones, información que dar, reservas, organización… ¡ños! ¡ya no sabe qué programa tiene que abrir!
El ratón se escapa de su escritorio asustado, enredado con el otro de la mesa vecina, el cuello contracturado de aguantar el teléfono sin manos y las manos liadas con tanto dedo, tanto cable, tanta mesa y tanto papel… ¡Y rodando de una mesa a otra con su silla en plan paraolimpiadas!
Ficha.
Relax, relax.., a casa. 
¡No! Hoy tiene que recoger a una amiga de su sobrinita porque la madre tiene cosas que hacer por la tarde, la sube en el coche, relax, relax, mar, costa, mar, mar, mar, calor, calor, calor…
Llega a casa con sorpresa incluida, hoy come en casa de su hermana. Esta tarde les tocará cuidar de cuatro niñas en plena ebullición playera…
Turnos para el baño ya que la playa es peligrosa, turnos para enterrarlas en la arena con escultura incluida (una quiere ser sirena, otra que la entierre con forma de tortuga, otra de tiburón...), turnos para hacer hoyos, turnos para volver a bañarse… 
Sus manos están como una papa arrugada y su cuerpo necesita… tumbarse en la arena.
Cuando lo consigue…¡las peques quieren marcharse a casa!
Abre la puerta y entran como toros en San Fermín y …¡todo lleno de arena!
Cris, cras, cris, cras, suena el camino hacia la bañera…. Ducha, y el ansiado mega zumo…, el cual olvida hacerse… ya que mira el reloj y llegó la hora del entreno.
Niñas para casa de su hermana .., y ella camino de la paciente montaña.
Una zancada, otra zancada…, calor, calor, pesadez…¡ños! ¡si no ha merendado!¡no tiene fuerzas ni ganas!
¡Menudo plan! ¡Y a menos de dos semanas de su primer gran reto!
Risa nerviosa, respira, respira, continua corriendo…
Fin del entreno, hielo, estiramientos, niñas (hoy extra de infantil: invitada a dormir), ducha, cena para las peques, hora del cuento…, cuento…, a dormir…
Silencio en la casa…
Llega su marido de un curso de dos semanas en pleno verano, todas las tardes ocupadas, y ella sola justo antes del reto, ja,ja,ja, qué risa nerviosa le entra.
Besazo que reemplaza el poco tiempo que estarán juntos durante estos 11 días y se enchufa el  electroestimulador para poder sumar entrenos sin impacto en su maltrecha rodilla izquierda, concretamente en un musculito simpático llamado poplíteo…
Se revienta dándole caña durante una interminable hora, cena, le dedica un minuto a su amor (un intenso minuto) y se va a la cama.., ya no puede más.
Se tumba, abre un libro como todas las noches, comienza a leer, una, dos, tres palabras y todo se vuelve borroso…
Y, antes de caer rendida al sueño, cierra los ojos con la sensación de no haberlo dado todo, de haber hecho un entreno nefasto, sin ganas, ni energía y que la fecha se acerca y… no está preparada para lo que le viene encima…

¿O sí?



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