Querido Sr. Presidente,
Hace dos meses tuve un sueño donde todo era blanco, donde mis piernas se deslizaban sobre la blanca nieve en busca de nuevas experiencias, quizás para hacerme mejor persona, o simplemente para incluir otro momento feliz en mi caja de los tesoros.
Ahora ese blanco se torna gris por varias razones:
Sr. Presidente, la consecución de mi sueño se ha convertido en un reto directamente proporcional a lo que cuesta, y no físicamente, no. Estamos hablando de dinero, de cash, de papel canjeable...
Cuando decidí luchar por lo soñado, la familia al completo estudió el caso, e hicimos sumas y restas hasta que pudimos, con mucho sacrificio, cuadrar cuentas... y todo por mi, dejando atrás sueños en equipo para otra ocasión...
Y comenzó la adquisición del material básico de entreno, de importación claro y nada barato...
Y me preinscribí en la Border to Border para no quedarme sin plaza. Mejor prevenir...
Busca de vuelos, de material a precio razonable, consultas por un lado, investigaciones...
Toda la ilusión concentrada en el logro de un sueño. Poniendo toda la carne en el asador, para evitar cualquier contratiempo...
¿Y ahora qué Sr. Presidente?
Me han recortado el sueldo.
No tendré paga extra.
Nos suben los impuestos.
Los vuelos de bajo coste.., diezmados...
La contribución al alza.
Los libros como verdaderas reliquias.
Los medicamentos .., para llorar...
Ahora sumo y resto y.., solo me salen resultados negativos...
Gracias Sr. Presidente. Muchas gracias.
Sabía que mi sueño sería un sacrificio pero que valía la pena invertir en él (la felicidad vale eso, y mucho más).
Pero me lo ha puesto complicado Sr. Presidente.
Gracias de nuevo. Muchas gracias.
Mañana mismo pondré un anuncio en alguna parte:
se ofrece MUJER PUBLICIDAD, con todo lo que conlleva:
Tatuaré mi cuerpo con "Mortadela el Poder, la energía de mis piernas".
Serigrafiaré mi camiseta con "Neumáticos el Derrape, mis patines no quieren otros".
Dibujaré en mis mallas un rosal con "Floristería Hoja Seca, flores a domicilio" (y las llevaré a la casa de quien las solicite si hace falta).
De mi voz no saldrán sino palabras de admiración hacia "El Restaurante el Buen Comer" donde no elaboran platos exquisitos no, cocinan sueños culinarios.
Y toda la gente de a pie que me vea entrenar por los lugares más concurridos de la isla en unos patines muy raros, todos mis compañeros de gimnasio que observen de reojo cómo se tensan mis bíceps tatuados de mortadela y todos mis amigos y usuarios de las actividades que realizo laboralmente que me pregunten cómo lo hago para seguir sonriendo les diré:
Queridos colegas y curiosos, ningún presidente, por muy poderoso que sea, ha podido acabar con los sueños verdaderos, los que se llevan guardados muy dentro.
Esos nadie los puede recortar, ni hacer desaparecer.
Quizás no pueda lograrlo este año..., pero lo intentaré con todos los recursos que conozco: el esfuerzo, el pundonor, la alegría y la constancia.
Gracias Sr. Presidente. Gracias por ponérmelo más complicado. Se ve que le gusta retarme.
Pero quizás no sepa amigo, que me encantan los retos difíciles.
Y continuaré, le pese a quien le pese.
Y con unas últimas palabras me despido Sr. Presidente:
¿Por casualidad no necesita que le haga propaganda?
Si usted quiere, explicaré a todo aquel que me pregunte que "estoy levantando el país zancada a zancada, paso a paso, deslizando mis piernas hacia el sueño de ser un poquito más Europa, más Finlandia o lo que usted me diga".
A mandar, Sr. Presidente.
