Poco que hacer, no más sudor que el que genera estos calurosos días sobre el sofá. Un nido extraño para mi,
El dolor remite, afortunadamente, pero todavía estaré un par de días estancada, igual que las aguas turbulentas del río en zona de remanso.
Entre tanto organizo puntos importantes del viaje blanco: billetes de avión, ropa técnica...
Leo, leo, vuelvo a leer.., no entiendo mucho, no entiendo nada pero..., no tengo más opción que investigar y aprender. Aprender.
Da un poco de risa, si lo pienso bien.., es para destornillarse...
A pesar de estar lesionada ..., creo con total seguridad que voy a ir, que voy a conseguir soñar en blanco...
No sé esquiar. Nunca me he deslizado sobre la nieve.
En Finlandia tendré que hacerlo durante 440 kms.
No tengo mi cuerpo preparado, mi musculatura, mis tendones y mis articulaciones se resienten cada vez que fuerzo la máquina.
En Finlandia el esfuerzo será de una semana y una media de 14 horas por día, haciendo trabajar el cuerpo hasta un límite desconocido para mi.
Y aquí, tumbada en mi sofá, me he comprado la primera prenda que utilizaré , la chaqueta técnica que cubrirá mi cuerpo en los bosques helados fineses.
Ja,ja,ja, ¡menudo cuadro!
Estoy lesionada, estoy parada, estoy dolorida.
Lo que mi mente sabe es que para conseguir este sueño no puedo dejar de moverme, tengo que aprovechar el tiempo y no perder un segundo.
No tengo ni idea si llegaré a marzo en plenas facultades físicas.
Solo sé que los días pasan y no puedo parar.
Me muevo, me muevo.
Estoy en mi sofá, con mi pie lesionado.
Pero me muevo, no paro de hacerlo.
Estoy sudando.
Sudo a 22 grados igual que lo haré a 16 bajo cero.
Estoy parada.
Y sudo.
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