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lunes, 16 de diciembre de 2013

Persiguiendo mi horizonte

 Allá a donde vaya…lo veo, lo huelo, lo siento.

¡Maldita línea inalcanzable!

Para acercarse .., un mundo de esfuerzos y frustraciones.

Para sentirlo cerca.., un universo de pensamientos imaginarios.

Cuando lo tienes.., se te escurre entre las manos y,en un suspiro, se vuelve a colocar en tu punto de mira..., lejos, para crear un nuevo mundo.., una nueva perspectiva.., de una misma línea…

¿Por qué entonces lo persigo?

Sé que quizás logre atraparlo pronto.., pero ¿servirá de algo?

Tengo la certeza de que estaré con él unas pocas horas y volverá a marcharse…

Muchos meses de trabajo..., para unas horas.

¿Mejor pararse y mirar hacia otro lado?

¿Vale la pena sudar tanto?

¿Vale la pena?

Mi horizonte ahora mismo se encuentra en un espacio helado y, unas horas más tarde, estará a 40 grados más y a más altura.., para después marcharse lejos de nuevo y continuar subiendo mucho.., mucho…

Mi horizonte.., ese trazo de mis vidas todas.

Avanzo hacia ti.

Paso a paso.

¿Puedes verme ya?

Yo a ti, sí.

Cuento los días.

Y cada vez son menos…

            
                   
        

martes, 10 de diciembre de 2013

El reloj del corredor

Una pregunta lanzo al aire, a modo de reflexión, después de un fin de semana donde muchos amigos y yo misma, hemos participado en eventos deportivos relacionados con la carrera a pie.
¿Corremos para ser más rápidos?

Nervios antes de salir, vigilancia del reloj en carrera y sonrisa más amplia si has rebajado el tiempo que tu mente esperaba al cruzar la meta.
¿De verdad que corremos para ser más rápidos?

Yo me pregunto mil veces la razón de darle tanta importancia a este detalle.
Tengo claro que si quieres lograr podio tendrás que serlo sí o sí.., pero si somos corredores populares, si corremos por el disfrute de practicar un deporte y compartirlo.., no entiendo las frustraciones y la “pena” por no haber conseguido ser más veloz…
El reloj…
Corremos como vía de escape y relax y.., ¡mira!
El domingo , curiosamente, varios compañeros se sorprendían porque yo no llevaba nada en la muñeca que controlase el ritmo de mis zancadas…
Y no es que no lo lleve normalmente, siempre lo llevo.
Excepto el otro día.
Igualmente, varios compañeros se sorprendían porque me veían parada en los avituallamientos, abrazando a amigos que me encontraba por el camino y corriendo relajada…(a pesar de que es algo que siempre hago). 
El domingo corrí 42 kms sin darme cuenta, en un tiempo increíble para mí y en una distancia y un terreno tabú desde hacía mucho tiempo.
¡Y curiosamente esa marca es terriblemente mala! (o eso me decían los que creen que soy una monstruo de las carreras...)

¿Dónde he hecho yo una marca buena en una de mis competiciones?
¿Por qué supone la gente..., lo que para mí es impensable?
¡Debería haber hecho una hora menos!
Ja,ja,ja...
¿Y por qué tengo que correr así?
¿Quien lo dicta?
¿Cómo se puede comparar un corredor de élite con uno popular?
¿Por qué castigamos a la mente comparando nuestros tiempos con los de delante?
¿Ellos entrenan igual que nosotros? ¿Tienen los mismos objetivos? ¿La misma vida?
Yo.., no tengo ganas de llegar antes que otros y sí ganas de llegar lejos, hacia los horizontes que elija.

Y les contaré un secreto:
La maravillosa sorpresa fue haber hecho un "horroroso" tiempo para casi todos que me comparan con "no sé quién", porque en mi afán de cumplir a raja tabla mi entreno del domingo e ir relajada y tranquila en mi ritmo, bajé de las cuatro horas…
Y eso es haber cumplido un sueño que estaba ahí y que todavía no esperaba cumplir.
El domingo corrí una maratón en asfalto en mi tiempo soñado.
Y nadie y nada podrá decirme que el cronómetro marcó un tiempo lento.
Ha sido el mejor ritmo de mi vida.
Los minutos, segundos y centésimas de los demás me importan bien poco (y sí me alegran mucho).
Cada persona se buscará la meta que necesite...
Y la mía la tengo clara.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Diciembre

Me siento.

Ante mí una pantalla.

Un correo por leer:

Mis entrenamientos de diciembre.

A poco más de dos meses de la Rovaniemi y a tres de la Transgrancanaria.

Sé que toca volumen al por mayor.

Ahora sí.

Llegó el momento.

Un momento que se alargará, más o menos, 50 días…

Y las Navidades por medio, sumado a una temporada fuerte de trabajo.

Difícil.

Interesante.

Click.

Aquí lo tengo.

Mi tabla mensual de entrenamientos.

¡Guauuu!

Ya con la primera semana.., ¡me sobra!

¡Y por primera vez comenzaré a doblar entrenos!

¡Me gusta!

Ja, ja,ja.

Además este domingo corro mi primera maratón por asfalto, después de unos días de arrastre y volumen considerable.., y lean las palabras textuales de mi entrenador:

“He dado por hecho que la maratón es un entrenamiento en toda regla, de manera que no hacemos disminución de volumen, ni descarga de hidratos, ni regeneración importante posterior. Como ya te dije hoy, vamos muy ajustados de tiempo de cara a la cita blanca, por lo que no podemos "perder" tiempo en ese sentido (ni tampoco pasarnos de vueltas...)

Ja , ja, ja…

¡Qué trabajito tienen los entrenadores!

¡Qué responsabilidad!

Entrenador…

Prometo correr la Maratón de Lanzarote como si fuese un entrenamiento (más bien un paseo..., porque  después de arrastrar el trineo la noche anterior.., pues.., no sé qué ganas tendrá mi cuerpo de correr …). 

Prometo no hacer disminución de volumen, ni descarga de hidratos, ni “regenerarme” posteriormente…

Afinaremos toda esta locura lo máximo posible para aplacar los nervios que ya afloran e intentaremos que este cuerpecito mío aguante las “embestidas” del pulka, del neumático, de la arena, del trabajo y de todas las fiestas que se avecinan…

Click.

Le doy la espalda a la pantalla.

Me respaldo en la silla.

Cierro los ojos.

Visualizo el mes de diciembre sobre esa tabla.

Mi corazón se acelera.

Mis manos tiemblan.

Guardo mis miedos.

Suspiro.

Respiro.

Me levanto.

Vamos allá…

Toca trabajar.