Con el cambio de plan, cambio de modus operandi.
No cambia mi ilusión, ni mis ganas.
Gano más fuerza con la modificación, ya que será una prueba más de mi intención de llegar lo mejor posible, con toda las ganas que pueda sacar de cada una de las circunstancias de la vida.
Si me levanto con energía y alegre, todo va bien. Todo fluye.
Si me encuentro enfadada y frustrada, lo utilizaré para arrancar esa negatividad en mi cuerpo a base de sudor y coraje.
Si no estoy, pues me encontraré patinando, soñando...
Con el cambio de plan, hoy estoy rota.
Me he dejado la piel en el gimnasio, casi no puedo ni escribir esta entrada en el blog porque.., no queda ni un centímetro de mi piel sin agotamiento.
Ocuparé muchas horas de la semana en fortalecer cada uno de mis puntos débiles, además de las horas de entreno técnico en patín, en bici, corriendo...
¡Vaya!
Mi entrenador me ha dicho dos frases sabias ante mi "sorpresa" por la dureza y duración de lo que he hecho hoy: Nada es gratis. Pero todo pasa y todo llega...
¿Seré Karate Kid y él el maestro Kesuke?
Mientras no me obligue a limpiar coches, ni cristales....
Con el cambio de plan, esta noche caeré muerta sobre mi cama.
Pero ahora toca hielo, estirar, estirar y..., se me olvida algo....
¡Ah sí! Estirar...
Sueño con dos piernas que corren y me trasladan a tierras lejanas a mi hogar, a destinos que no veo pero que intuyo. Sueño con un corazón poderoso que haga fluir la fuerza necesaria para lograr descansar en ese lugar deseado, para mirar entonces hacia el horizonte y..., seguir soñando, seguir avanzando, seguir viviendo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario