No está mal, ningún viaje será comparable a todo lo que viviré en siete días a pie recorriendo tres islas afortunadas.
En realidad la afortunada soy yo, por poder soñar con ello y por haber llegado casi sana al reto planteado para mis días de descanso anual.
Tras una recuperación de un ultramaratón hecho hace dos meses bastante tormentosa y con múltiples molestias, lesiones, paradas por trabajo, paradas por contracturas, paradas por nervios…, paradas por miedos…. Estoy a dos semanas del comienzo de un sueño sin apenas preparar mi maltrecho cuerpo para lo que le viene encima….
Pero no será esto un muro que me impida intentarlo. No será ésta la razón de un “no podré”.
Soy consciente de la dificultad que entraña recorrer, en autosuficiencia, tres islas en siete días a ritmo de maratón diario o más.
Para una persona como yo, para una deportista de nivel medio que acarrea varias molestias y lesiones que mermarán mi mente antes del comienzo y quizás me hagan abandonar en medio del sueño, es un reto complicado.
Pero estas dificultades no limitarán mi sueño y comenzaré con fuerza y mucha ilusión, como cuando soñaba que era la que encestaba la última canasta que daba el título olímpico a mi equipo…
Tengo claro que en el deporte como en cualquier aspecto de la vida, cuando intentas alcanzar algo, aunque estés en plenas facultades y perfectamente preparada para ello, siempre, y digo, siempre, te encontrarás con barreras, dificultades y problemas…
Por ello me comeré las tres islas a “zancadas” y si no.., ellas me comerán a mí.
Pero, ¿saben una cosa? , seré un bocado feliz por haberlo intentado con todas mis fuerzas.
…
Hoy un compañero de sueños y retos me ha pasado el listado de material necesario para ir cerrando el tema logístico…
Comienza la cuenta atrás: entrenos, trabajo, calor, nervios, organización...
Y en mi mochila: mucha ilusión.
Mi cabeza maneja mis pies,
ResponderEliminarelijo un "lo intenté"
y pisar por donde quise
antes que repetirme
¿por qué nunca lo hice?