Ya estoy de vuelta.
En casa.
A 22 grados.
Ya se han ido mis días de simulación en la nieve.
Cinco días de prueba para el reto deportivo más grande de mi vida.
A bajo cero.
...
No hay mucho que contar, no soy consciente si lo que he hecho es suficiente para afrontar los 440 kilómetros de Finlandia.
Quizás sí.., quizás no...
¿Locura o pasión por lo desconocido?
¿Quien sabe?
...
He probado como me deslizo sobre nieve.
He esquiado y he sentido que puede ser posible.
Nada más.
Con esa mínima posibilidad me conformo.
Será suficiente para intentarlo con todas mis fuerzas.
Quiero hacerlo.
Necesito sentirlo.
Estoy segura que será muy difícil.
Pero ya lo ha sido desde hace seis meses y continúa siéndolo.
Difícil.., complicado.., real.
...
No perderé esa ilusión por creer que es posible soñar.
Lo más duro es vivir para lograrlo.
Pero respiraré, hincharé pulmones y continuaré dando pasos hacia mi objetivo.
Y, en esta ocasión, mi objetivo es...Rajalta Rajalle Hihhto.
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