¿Y qué me dicen?
Charlas con mis amigos, charlas con conocidos, charlas con
gente que no conozco pero que me intuyen…
Creen que soy un ejemplo de deportista, de madre, de mujer, de
trabajadora…
Es asombroso…
Me quedo perpleja ante esto.
¿Ejemplo yo?
Podría decir que hasta me entristece escucharlo…
No ven en ellos mismos los trazos de “superhéroes” y sí lo
ven en mí que apenas me conocen…
Es curioso el ser humano.
Tan altivo en tantas y tantas ocasiones y tan inseguro, cual
animal indefenso, en muchísimas otras…
Yo creo, sinceramente, que poder entrenar para realizar un
sueño deportivo y personal es algo grandioso.
Yo he conseguido las herramientas para intentar lograrlo.
Nada más.
No deja de ser un paso más de un escalón…
¿Pero qué me dicen?
¡Grande es esa amiga que tras muchos días de lucha, ha
salido a caminar..., y se siente feliz por la batalla ganada!
¡Grande es ese colega que no tiene nada más que ofrecer a su
familia que su coraje y su fuerza para seguir luchando por sobrevivir
dignamente!
¡Grande es esa otra amiga que lucha día a día por mejorar y
vencer sus miedos y frustraciones para poder ofrecer al mundo lo mejor de ella!
¡Grande es esa familia que, a pesar de los prejuicios
sociales, siguen apoyando el sueño de uno de sus miembros!
Es genial poder sentir el apoyo de todos ellos por hacer lo que más te gusta (disfrutar).
Pero no confundan la verdadera lucha.
La que nos hace grandes.
Yo me siento una vividora.
Esos que me halaban..., son realmente los héroes.
…Mis héroes.
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