Me las ha pasado mi entrenador y me he quedado sorprendida.
¡En menuda me he metido!
De correr alguna que otra carrera larga, sin más pretensión
que meditar, llevar al cuerpo a un supuesto límite y si todo fluía bien,
atravesar la meta… a todo esto.
Mi madre me “matará”..,
ahora tiene la disculpa perfecta para ello..., ja,ja,ja…
…
Este mes mi cuerpo es de 80.
En noviembre de 173.
Y en los siguientes meses… más y más y más.
...
Y me pregunto.., leyendo esa tabla de porcentajes que me
han dado…
¿173 de pierna?
¿173 de fuerza?
¿173 de sudor?
¿173 de qué?
...
Llamo a mi entrenador (y hasta ahora amigo) y se lo pregunto
como quien no quiere la cosa…
¿Qué?!!!!!!!!!
¿Qué son qué?!!!!!!
Cuelgo a mi entrenador (y hasta hace un momento amigo) y me
siento en el suelo…
¡Madre mía!
¡No son mis futuras medidas!
¡Socorroooo!
En noviembre…pasaré de 80 a 173 kms por semana…
…
Gente…, amigos..., familia…
Me despido, ahora que tengo unos minutos para ello.
Cuando llegue a Finlandia y vea a Papa Noel…
Le pediré que me traiga, para el año que viene, un reto que
implique playa, tumbona y un daikiri.
…
En fin...
¡Allá voy!
¡Allá voy!
¡Allá voooooy!
¡Voy a por todas de la forma que sea!
Me he puesto mi gorro de vikinga.
Estoy recargada de energía.
Estoy con ganas de comerme la nieve esa a bocados.
¡Se van a enterar los nórdicos de qué estoy hecha!
¡Papa Noel…, prepara cena!
…y te sugiero que sea abundante…
Tengo hambre.
Mucha hambre.
No hay comentarios :
Publicar un comentario