Distancias que se miden fácilmente…
Distancia costosa y voluminosa para el cuerpo…
Distancia abrumadora para el espíritu.
Distancia…cercana y lejana a la vez…
Contradicciones de la vida, siempre variando según la
perspectiva.
…
Tú corres porque lo necesita tu cuerpo y tu alma., ¿verdad?
Pues atiende a lo que te voy a decir:
Tu vecino te envidiará, tu amigo se enfadará por posponer
ese café, tu familia se resignará acompañándote a las competiciones y te
imaginará cuando no estés en casa en cada entreno.
Tú te alabarás y te odiarás por todo ello y por muchas más
cosas, según el día, el entreno, la estación, el reto…
¿Lo ves?
No hay manera de equilibrar la balanza cuando haces deporte
más de tres días a la semana…
¡Imagínense si son siete!
…
Mis equilibrios son muchos, es cierto, pero van estabilizándose según se acerca la
fecha nevada.
Todo va cogiendo forma y, hasta el momento, vamos por el
camino correcto.
Son abundantes los muros que hemos saltado hasta ahora y
todavía me quedarán muchos más.
Lo haré uno a uno.
A veces lo intentaré sola, otras veces con ayuda. Pero lo
haré.
…
Ayer, tras levantarme muy temprano y sin luz para entrenar.
Ayer, tras el esfuerzo realizado, sin apenas desayunar y
organizando mi hogar para disfrutar de un estupendo domingo entre amigos (de
esos de verdad), paré.
Escuché voces en la calle.
Eran unos colegas que habían terminado su carrera semanal.
Y entre su terapia de hielo y su bebida isotónica
obligatoria, me di cuenta que…, correr es lo de menos…
Lo de menos…
Lo más.., lo mejor.., son esos momentos para hidratar cuerpo
y mente tras el esfuerzo realizado.
Y mucho mejor si lo haces en compañía.
Yo.., ayer.., brindé con ellos.
...momentos gustosos.
...momentos felices.
...momentos...
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