Simulo durante esta semana la mitad del kilometraje real de
mi reto Finlandés.
La mitad de un vaso medio lleno o medio vacío, tras varios meses de lesiones, entrenos y cambios de rutinas
personales y deportivas.
Ha llegado la primera semana de “prueba”, en la que sabré si
el trabajo realizado hasta ahora ha servido para poder sobrepasarla sin mayor
complicación que la que tiene en sí misma.
220 kilómetros de asfalto, carril bici, adoquines y
adoquines.., casi, casi, como la blanca y pura nieve prácticamente virgen que
me encontraré en Finlandia…
Hoy es el día tres y me he levantado bien, sin apenas
cansancio, no más del habitual siendo miércoles.
Los que más sufren
son mis dedos de los pies y mis tríceps, pero no les hago demasiado caso por si
se ponen.., mimosos…
Llevo 60 kms de movimientos repetitivos y constantes, clank,
clack, clank, clack…, así durante las 5 horas de deslizamientos del lunes y
martes.
En breve, iré a por el kilómetro 90, casi en el ecuador de
la semana…
…
Cuando un cuerpo se entrena, no es consciente del esfuerzo
real que está haciendo.
Parece que no he hecho nada…
Y quizás no lo haya hecho, no sé.
Perspectivas de la vida…
Mucho o poco?
Alegre o triste?
Movimiento o apatía?
Todo puede ser.., según quien mire, según quien lo vea…
…
Sigo patinando.
Cuando comience a sufrir.., saldrán más letras blogueras
para desahogarme, para sentirme escuchada y para recuperar el aliento…
¿Quizás hoy?
¿Mañana?
Les mantendré informados.
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