} .slideshow-container { width: 400px; height: 320px; background: #bb0000; border: 2px solid #bb0000; }

miércoles, 12 de febrero de 2014

Hasta Porohovi y más allá...

Estamos. Estamos.
He despegado mis pies del suelo canario y sobrevuelo Europa destino Helsinki.
Allí haremos noche, descansaremos y embarcaremos al mediodía del jueves rumbo Rovaniemi. Punto de salida y llegada de mi primer sueño de temporada.
En principio, el sábado 15 de febrero a las ocho de la mañana comenzaré a mover mis piernas rumbo a Porohovi. 
Mi primer objetivo. 
¿El más difícil?
Sí. 
El más difícil.
Todos mis miedos y mis dudas se disiparán o se harán reales en ese tramo hasta Porohovi.
11 kilómetros de nervios que mantendrán mi corazón helado.
La Rovaniemi150...
Ese nombre que apareció sin más una tarde de julio y que se quedó para siempre transformado en sueño.
La Rovaniemi 150.
Una carrera que haré a pie, arrastrando mi material de seguridad,mi alimento y bebida.
Un recorrido de 150 kilómetros sobre nieve, atravesando bosques y varios lagos (helados por el momento.., y suponiendo que llegue antes del deshielo ;-) y con 42 horas para intentar llegar a Rovaniemi. 
Rovaniemi..,otra vez...
Km 11: Porohovi.
Sinnettajarvi, Vittavaara, Morajarvi, Peurajarvi, Kuusilampi, Toramokivalo, Porohovi (km 140).


Así se llaman los puntos de control, donde nos espera una hoguera y agua y donde tendremos que plasmar nuestra firma para comprobar que, efectivamente, hemos pasado por allí. (Detalle este de la firma que me gusta especialmente. Le da un toque "retro-montañero" que me emociona. Cual descubridor.., llegando al nuevo mundo...)
Una carrera con 2000 metros de desnivel acumulado que a priori y sobre el papel no parecen asustar, pero sabemos que en la nieve ese pequeño detalle de desnivel, que pasaría desapercibido en cualquier carrera, hará que nuestra fuerza tenga que pasar una dura prueba durante muchas horas.


Les contaré un dato que descubrí hace unos meses y que me motivó en su momento:
Ninguna mujer ha terminado esta prueba.
Cuando me percaté de ello mi rostro se iluminó y mi cabecita soñadora infantil se imaginó tener el honor de lograrlo.
La primera mujer...
Sería lindo.
Ahora, tras el entrenamiento realizado y con la prueba ya encima, ese reto ha quedado relegado a un segundo plano.
Llegar será todo un logro y lograrlo será una odisea.
El puesto será una consecuencia de muchos factores.
Y mi cuerpo y mi corazón no me piden competición...
Me piden disfrute.
Como cuando salgo a correr "en largo" haciendo noche donde me apetece y al despertar seguir corriendo...
Así quiero vivir la Rovaniemi150.
No duden que lo daré todo y más.
Pero me niego a no poder disfrutarlo.
¿Saben? Hace una hora mi Sombra alargada hablaba sobre la gestión del sueño en una prueba como esta. Hablaba sobre el tiempo de corte y demás detalles técnicos.
Yo escuchaba.., y el solo hecho de poder arañar tiempo al crono para poder dormir una o dos horas sobre la nieve.., me ilusionó.
Tras una preparación tan dura y larga.., el poder permitirte estos regalos.., es mucho más importante (es mi manera de concebir el deporte y la montaña, claro está) que cualquier puesto en podio.
¿Entrenar tanto para llegar cuanto antes mejor?
En mi caso, entreno tanto para poder llegar.
Cuanto más largo sea el disfrute.., mucho mejor.
Además..¿cuántas veces en la vida podré disfrutar de la nieve de esta forma?
¿Una?
¿Dos?
Pues.., eso.
Rovaniemi.
Salida y llegada de un sueño trabajado.




No hay comentarios :

Publicar un comentario