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viernes, 3 de mayo de 2013

Torpe

Una vez.
Dos.
Tres…
Así hasta 200, quizás más…

¿Te cansarías de intentar algo que quieres conseguir si tuvieses que levantarte tantas veces?

Observo  a otros compañeros y por naturaleza o destreza consiguen lo que se proponen semanas antes que yo, incluso meses…
Siempre me he creído hábil en temas deportivos pero, actualmente (¿será la edad?),  veo que me cuesta la vida alcanzar una técnica mínima en las nuevas modalidades deportivas que pruebo.
Y lo que te imaginabas como un juego, se convierte en una batalla mental en donde el tesón y la disciplina tienen que ganar la lucha a tantos y tantos intentos fallidos.

Hace unos años quise aprender a hacer malabares con bolas.
Tras varias semanas y miles de intentos, todos los que me observaban terminaron aprendiendo mucho antes que yo…
Estaba desesperada.., no me lo podía creer.., ¡no podía mantener las tres bolas en el aire sin que se cayesen! (y mi familia al completo, hasta el perro, ya estaban hablando de montar un circo.., sin mí.., claro está).
Hasta que un día les dije a todos que estaría intentándolo hasta que me saliese.
No me movería de allí hasta lograrlo.
Y lo hice. Tras varias horas plantada en el mismo sitio, el movimiento surgió y las bolas se mantuvieron bailando en el aire.

Ahora estoy aquí, con las piernas agotadas de levantarme, sacudir la arena de mis pies y tranquilizar mi mente para equilibrarla…
Llega el turno de la “cuerda floja”, del slackline…
De nuevo todo el mundo parece más diestro que yo…
Me subo en la cinta.
No puedo quitarme de la mente una imagen: la de un mamut intentando cruzar un acantilado.
Dos pasos y me caigo al abismo…
Y así cientos de veces.
Dos pasos y al suelo.
Vuelvo al punto de partida.
Subo.
Sacudo la arena de las plantas de los pies.
Miro al frente.
Bajo punto de gravedad.
Respiro.
Visualizo mi objetivo…
Avanzo.
Dos pasos.
Al suelo de nuevo.
Vuelvo al punto de partida.
Subo…
Sacudo la arena de las plantas de los pies.
Miro al frente…
Y así.., hasta que llegue un día y.., me salga…
O eso espero…
No me rendiré. Lo tengo claro.
Quizás sea mucho más torpe que mis amigos.
Me alegro por ellos.
Yo…
Yo.., seré más lenta en el aprendizaje, pero tengo clara una cosa:
Lo intentaré las veces que hagan falta.
(Aunque a los del circo no les interese para nada un mamut equilibrista…)

Nota: lo más gracioso de todo es que una vez que haya conseguido mantenerme sobre la cuerda floja.., esa cuerda subirá de altura.., las caídas serán bestiales y el reto que me espera.., me hará temblar las piernas, el alma y.., la de los demás…


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