} .slideshow-container { width: 400px; height: 320px; background: #bb0000; border: 2px solid #bb0000; }

martes, 2 de abril de 2013

Mis sinrazones

Me gustaría dejar constancia en algún sitio, por ejemplo éste, de las razones que han hecho que me inscriba en un ultra de 95 kms a un mes de mi pasado reto de 300 kms en Finlandia, para que, cuando lo relea algún día, me dé cuenta de lo insensata que he sido (siendo coherente con los principios básicos de los deportes de ultraresistencia).
Es cierto que no es prudente lo que voy a hacer. Lo sé.
Pero.., ¿qué le digo yo a mi mente cuando mi cuerpo me pide que lo haga?
Y.., ¿qué le digo yo a mi cuerpo cuando mi mente me suplica intentarlo?
Dos cosas son muy claras:
La primera es que si no consigo llegar, algo más que probable debido a mi falta de entrenamiento específico y a mi reciente y presente lesión, mi interior podría sucumbir ante los tres intentos fallidos de los retos que este año me he planteado.
¿Lo podré soportar? ¿Cómo influenciará en mis futuras carreras?
Me la juego.
Y me gusta.
Siendo sincera, si no llego y me retiro, será muy curioso descubrir a mi mente luchar contra el fantasma del "fracaso" (aunque yo diga y piense que nada de lo que no consigo lo es). 
Será muy interesante.
La segunda es que si consigo cruzar la meta, un mundo nuevo se avecina para mi ya que seguiré cruzando límites sin saber muy bien hasta donde quiero llegar...
Pase lo que pase saldré ganando y por eso he apostado por mi.
Saldré a correr e intentaré cruzar de norte a sur,  la isla de los volcanes.
Y en un mes habré pasado de la blanca nieve a la negra lava...
¿Me quedaré congelada por no conseguirlo?
¿O me quemaré por intentar cruzar ese límite desconocido?
Ya se verá.., ya se verá...


No hay comentarios :

Publicar un comentario