Mecha prendida…
Sonrío al pensar que ilusionarme
es fácil…, es algo rutinario en mi vida, como el desayuno, como el salir de
casa, como el abrazo que doy a la mañana, como mi foto asombrada a cada amanecer
de mi vida desde hace un tiempo.
Me agradan las cosas pequeñas:
tumbarme a observar qué se yo, la baba de un caracol por ejemplo, e imaginarme
mil cosas mientras el bicho se escapa a la velocidad de un rayo (según el
caracol, claro) de mi gigante presencia aterradora…
Me apasionan las cosas grandes:
mirar hacia un lado y que me sorprenda un abrazo, o levantar la mirada y
dejarme mojar por un día de tormenta mientras corro, o alargar el cuello y,
cual galápago buscando el calor del sol, atisbar un horizonte borroso por la lejanía
pero atrayente por el esfuerzo que conlleva hacerlo nítido…
Me sorprende que mis ilusiones
ilusionen a otros, que sean razón para echarse unas risas, o para desternillarse
de ellas, que impaciente mi ausencia de letras blogueras, que sea chispa para
encender ilusiones ajenas…
La ilusión…
Caracol que se aterra al verme
ilusionada por admirarlo, caminaré hacia la línea que marca el límite a lo
desconocido cargada con una mochila llenita de pedacitos de ilusiones.
Y cuando el sendero se haga
complicado, no sepa qué hacer o me sienta perdida, abriré la mochila que cargo….
Entonces, la ilusión de mi amigo desgarrado por jugar a
la bola me hará sonreír..., aquella que impulsa el corazón de mi amiga hacia
una meta que hace un año se hacía imposible por problemas de salud, me dará
fuerza para avanzar hacia adelante; la de mi consejera de lecturas imposibles que
camina cada atardecer para engrandecer aún más una vida rica de pequeños
detalles, llenará mi duda de abrazos; la de mi blog personal que esperará
paciente para darme el empujón final y los que hagan falta formando ricos
atardeceres lunares amortiguará mis caídas; la del renovado e ilusionado ser
que vive conmigo me recordará que solo necesito su recuerdo para superarme, la
de mi rizada amiga que insiste en hacerme creer que soy diferente a ella, mejor
y más fuerte (sin darse cuenta que ella lo es mucho más) me hará sentir que es
posible…
Todas esas ilusiones y otras
muchas, serán más que suficientes para llegar casi sin darme cuenta hacia el
objetivo final.
Solo espero y deseo que todos los
lectores y amigos me lleven igualmente con ellos, por si sirven de algo algún
día, los sentimientos escritos en este blog personal tan mío.., tan vuestro…
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