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jueves, 25 de abril de 2013

Como un galápago buscando el sol

Chis, chis, chas, chas… shhhhshhhh….
Mecha prendida…
Sonrío al pensar que ilusionarme es fácil…, es algo rutinario en mi vida, como el desayuno, como el salir de casa, como el abrazo que doy a la mañana, como mi foto asombrada a cada amanecer de mi vida desde hace un tiempo.
Me agradan las cosas pequeñas: tumbarme a observar qué se yo, la baba de un caracol por ejemplo, e imaginarme mil cosas mientras el bicho se escapa a la velocidad de un rayo (según el caracol, claro) de mi gigante presencia aterradora…
Me apasionan las cosas grandes: mirar hacia un lado y que me sorprenda un abrazo, o levantar la mirada y dejarme mojar por un día de tormenta mientras corro, o alargar el cuello y, cual galápago buscando el calor del sol, atisbar un horizonte borroso por la lejanía pero atrayente por el esfuerzo que conlleva hacerlo nítido…
Me sorprende que mis ilusiones ilusionen a otros, que sean razón para echarse unas risas, o para desternillarse de ellas, que impaciente mi ausencia de letras blogueras, que sea chispa para encender ilusiones ajenas…
La ilusión…
Caracol que se aterra al verme ilusionada por admirarlo, caminaré hacia la línea que marca el límite a lo desconocido cargada con una mochila llenita de pedacitos de ilusiones.
Y cuando el sendero se haga complicado, no sepa qué hacer o me sienta perdida, abriré la mochila que cargo….
Entonces,  la ilusión de mi amigo desgarrado por jugar a la bola me hará sonreír..., aquella que impulsa el corazón de mi amiga hacia una meta que hace un año se hacía imposible por problemas de salud, me dará fuerza para avanzar hacia adelante; la de mi consejera de lecturas imposibles que camina cada atardecer para engrandecer aún más una vida rica de pequeños detalles, llenará mi duda de abrazos; la de mi blog personal que esperará paciente para darme el empujón final y los que hagan falta formando ricos atardeceres lunares amortiguará mis caídas; la del renovado e ilusionado ser que vive conmigo me recordará que solo necesito su recuerdo para superarme, la de mi rizada amiga que insiste en hacerme creer que soy diferente a ella, mejor y más fuerte (sin darse cuenta que ella lo es mucho más) me hará sentir que es posible…
Todas esas ilusiones y otras muchas, serán más que suficientes para llegar casi sin darme cuenta hacia el objetivo final.
Solo espero y deseo que todos los lectores y amigos me lleven igualmente con ellos, por si sirven de algo algún día, los sentimientos escritos en este blog personal tan mío.., tan vuestro…


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