¿Qué te has propuesto para el año que empieza?
¿Deseos que se pueden cumplir?
¿O esos que sabes que antes de pronunciarlos en su totalidad
sabes a ciencia cierta que no lo vas a intentar con la suficiente convicción?
Yo no soy de las que me encomiendo al año nuevo para
proponerme cosas.
Realmente .., cuando aparece una oportunidad de atisbar una
luz deseada desde siempre.., pues salta una chispa en mi interior y yo.., salto
con ella.
Así surgió Rovaniemi 150, la Transgrancanaria y Lavaredo en
mi horizonte del 2014.., por un cúmulo de casualidades encauzadas por mi
devenir deportivo.
¿Locura?
¡Claro!
(Y de las grandes)
Ahora.., a apenas mes y medio para mi sueño helado de 150
kms y a dos meses del desnivelón del nuevo recorrido de la Transgrancanaria...,
afloran los nervios y el cosquilleo propio de la cercanía del horizonte al que
tanto me ha costado (y cuesta) llegar.
Multitud de fotos y letras de entrenamientos a lo Rocky que
engañan a las pupilas y me encumbran en un mundo de “super persona” o haciendo
cosas que parecen fáciles para una.., e imposibles para el resto…
Nada parece lo que es, eso lo tengo claro…
Detrás de todas esas imágenes se esconde la dureza del
comienzo de cada entreno, el salir de casa cuando una está derrotada de sus
quehaceres diarios,el restarle horas al sueño, correr de noche, adaptarse al
arrastre, a la arena.., al peso, a la vida familiar, social y laboral…
Detrás de esa Susana que ven en las fotos hay muchos días de
dudas, de malagana, de desánimo…muchos, más de los que imaginan.
Lo que tengo muy claro es que quiero intentarlo y sé que
retarse no es fácil.
Era muy consciente de ello al decidirme por mis deseos de
temporada.
Además hay una posibilidad grande de que no llegue a meta en la
Rovaniemi y otra muy alta de que no llegue muy lejos en la Transgrancanaria.
Son posibilidades que tenía muy claras al plantearme estas
carreras, tan extremas una de otra y tan juntas en el calendario.
Pero les diré que esa “chispa” de la que siempre hablo cuando
sueño con horizontes nuevos surgió gracias a esa gran probabilidad de fracaso
en una o en otra prueba (o en las dos).
Y es eso.., esa gran dificultad de luchar por lo soñado lo
que me intriga y me gusta.
Aunque el resultado sea tan incierto..., no es eso lo que
me motiva y me hace sonreír pensando en esta locura.
Lo realmente apasionante es el camino. Mi camino.
…El que me cautiva.
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