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domingo, 26 de mayo de 2013

¿Cuánto pagarías por un sueño?

Quizás mi vida entera....
Si estuviese sola en este mundo y no tantas cosas dependiesen de mi.., daría mi vida entera por intentar cumplir mi sueño, mis sueños.
La ilusión llega porque sí. No la obligo a que comparta mi vida. Ella llama a la puerta, yo abro, ella entra y.., si soy una anfitriona de las buenas.., difícil que se vaya de mi casa, de mi mente, de mi alma.
Permanece allí, sentada en el sofá, leyendo una revista y viéndome pasar delante de ella mirándola de reojo.., como si no la viese... 
Pero ella sabe que sí, que me obsesiona su presencia, a pesar de no poder sentarme con ella y compartir experiencias por el momento.
No puedo. Esa ilusión no está al alcance de mi bolsillo. Vivo en familia. No sería justo "hipotecar" a los míos por un sueño individual. No. No puedo.

¿Cuánto cuesta un sueño?
Soñar es fácil.
Luchar por ese sueño es difícil.
Si sumamos un gran sueño y un difícil reto, la cosa se complica.
Si sumamos un gran y difícil sueño y lo valoramos como caro para un bolsillo medio..., esa "cosa" se ensortija todavía más y se convierte en casi "inalcanzable".
Y si a esta operación le incluyes una familia..., apaga y vámonos...

Pues ahí estoy yo. Con la luz apagada en medio de una habitación, mirando a la oscuridad, de pie, con el rabillo del ojo en dirección al sofá, donde sé que está ella, mi ilusión, destornillándose de risa, sabiendo que la miro con deseo.., un deseo inalcanzable.

Qué coraje tener que apretar la mandíbula, bajar la cabeza cerrando los puños y golpear el suelo con un pie.., por no poder solventar este escollo yo sola...

Un gran sueño.
Dos soñadores.
Dos aventureros.
Un objetivo claro.
Y un problema.
Un gran problema.

Necesitamos una embarcación.
15.000 excusas "tontas" nos separan de unir con ella ocho puntos del mapa mundi, para dejar claro que luchar y vencer es el proceso natural para poder alcanzar...un sueño.
No sé si tardaremos un año para encontrar un patrocinador lo suficientemente soñador en estos tiempos difíciles.
Quizás tardemos diez...
Pero.., tengo claro una cosa... Yo de mi casa no echo a nadie, por muy difícil que sea la convivencia con esa ilusión tan complicada de llevar...
Lucharé, lucharemos, como sé, como sabemos, para entusiasmar a quien haga falta, por muchos años que nos lleve...

Se busca marca soñadora, cargada de ilusiones, de ganas de luchar por algo. Una marca que no busque plusmarquistas mundiales para  publicidad, sino gente normal y corriente que luchan ferozmente por ser felices y luchar por conseguir un objetivo....un objetivo....

Pero si no es la "Cola loca" esa.., esa de las Ilusiones de vivir..., lo veo...difícil....
Porque...¿qué marca apoyaría a dos soñadores?





martes, 21 de mayo de 2013

Huellas de cabra

Mi entreno largo de la semana.
Tengo ganas.
El día ha amanecido lluvioso, con viento. Y eso me encanta. Cuanto peor sean las condiciones meteorológicas, más me apetece salir a disfrutar de ellas.
Desde que me levanté y miré por mi ventana hacia el horizonte , lo vi claro. 
Hoy era día para subir un barranco al que le tenía ganas desde hace unos días.
Allá voy.
Voy para allá.
Desganada comienzo a correr, plas, plas.
¡Míralo! (Escondido y majestuoso sabe que hoy será pisado por mi)
Entro.
Comienzo a subir.
Pequeñas paredes se interponen ante mis piernas. 
Trepo.
Todo lo corro cual gato huyendo de su enemigo.
Quizás me parezca más a un gorila.
Pero, simio o no, subo rápido , como desesperada.
Me asombro de esa sensación animal.
Estoy con la adrenalina a tope.
Alguna de las paredes me implican escalar.
Y la última es insalvable.
Me paro, la miro, me dispongo a dar la vuelta y regresar.., cuando la veo: es una cabra.
La cabra.
Majestuoso animal que me observa de reojo y continua su camino por un lado del barranco.
Sube por sus escarpadas paredes...
Mi corazón está a mil por hora  y .., sin casi pensarlo , la persigo.
Ella se escapa.Se pierde.
Pero sus huellas no.
Las sigo.
Subo.
Subo.
Miro hacia abajo y...uff.
Demasiada altura.
Muy peligroso regresar.
Mi mirada estudia el posible camino que se dirige a la cima: inestable, peliagudo, arriesgado, comprometido, expuesto...
Un gran amigo mío me explicaba hacía unos días que en escalada hay una "coletilla" que a veces se añade al nivel de dificultad de cada vía que es "caída no permitida", que básicamente quiere decir que si te caes.., no la cuentas.
Pues, eso...mi salida de escape de ese atolladero es un "trail running con caída no permitida".
Pienso en mi familia, mis amigos...
Calmo mis nervios. Me concentro.
Mis piernas dejan de temblar. Pienso en cómo saldría de allí mi amiga la cabra...
No miro más hacia abajo. Subo, subo...
Me agarro a la pared como si fuese una araña, impulso mi cuerpo hacia arriba.
Piedras sueltas, algún salto de vértigo y varios resbalones hacia la nada...
Pienso en la cabra.
Sigo a la cabra.
Soy una cabra.
Uff...
Fin...
Corono la cima, esa que me da la vida de nuevo y que tranquiliza mi corazón desbocado.
Adrenalina a borbotones....
De nuevo un...uff...
Sin palabras...
Con éstas suficientes...
Me falta una hora más de carrera..., el entreno no ha terminado.
Carrera fantástica. Sensaciones impresionantes. Reacción tranquila.
Siguiendo sus huellas encontré emoción...
Eso sí. No jugaré más a ser spiderman...
No vale la pena.
Quiero continuar ilusionándome en esta vida...




martes, 14 de mayo de 2013

Deportista aficionado

Nueve de la mañana: desayuno energético equilibrado. 
Resultado: superhéroe preparado.
Diez de la mañana: entrenamiento. Da igual lo que toque. Volumen, gym, series....
Resultado: sudor de calidad suprema.
Doce de la mañana: masaje. Relax, charla, sensaciones...
Resultado: cansancio relajado. 
Una de la tarde: ducha.
Resultado: frescura divina.
Dos de la tarde: papeo.
Resultado: recarga sabrosa de energía.
Tres de la tarde: sobremesa y siesta.
Cinco de la tarde: Segunda sesión de entrenamiento. Da igual lo que toque. Volumen, gym, series...
Resultado: sudor de calidad óptima.
Siete de la tarde: inmersión en hielo.
Resultado: regeneración celular.
Ocho de la tarde: ducha.
Resultado: satisfacción por trabajo realizado.
Nueve de la noche: cena .
Resultado: reservas para el día siguiente.
Diez y media: dormir.
Resultado: sueño reparador.
....
6:00 AM : paseo al perro.
Resultado: diez minutos robados al sueño.
6:15 AM: desayuno hija y desayuno madre.
Resultado: superheroína a medio gas.
7:00 AM: preparación para el trabajo y el colegio.
Resultado: ataque de nervios.
8:00 AM: jornada laboral
Resultado: bueno, regular o malo. Da igual lo que toque. 
....Recogida de hija del cole, actividades extraescolares, trabajo de tarde, entreno, sobrecargas laborales y físicas, comida, merienda, traslados en coche, supermercado, limpieza, vida social, gym, series, volumen, cuestas, bici, slackline, patines, carrera...
Resultado: cansancio contracturado.
...
Y...¿ahora qué?
Ahora vienen los machaques psicológicos de cada uno, las preguntas, los porqués a los malos resultados deportivos..., y tantas cosas más....
Preguntas:
Si..., entreno cinco días...¿por qué no mejoro?
Si ...entreno seis días...¿por qué no soy más fuerte y rápida que antes?
Si cumplo a rajatabla las sesiones (calentamiento, estiramientos...),¿ por qué me lesiono?
Si...sudo litros y litros de liquido...¿por qué no tengo el físico de las chicas/os de revista?
Si...subo, si ...bajo, si...muero en cada entrenamiento...¿por qué...? ¿por qué?!!!!
...
Pues yo tengo la respuesta a tantas frustraciones innecesarias.
No somos profesionales.
No nos dedicamos a ésto a tiempo completo...
Vivimos más y más variado que ellos...
Y este pequeño detalle...hace que todo sea sustancialmente diferente.
Ni mejor, ni peor.
Diferente.
Pero solo el hecho de levantarse del sillón y hacer algo que motive, es digno de aplauso.
Y razón suficiente para sentirse muy orgulloso de uno mismo.

01:00 AM: a dormir...
Resultado: 48 horas comprimidas en 24.

Nota: cuaderno de bitácoras de una deportista aficionada con ganas de sonreír tras una dolorosa y tardía sesión de descarga de piernas en el fisio ...


viernes, 3 de mayo de 2013

Torpe

Una vez.
Dos.
Tres…
Así hasta 200, quizás más…

¿Te cansarías de intentar algo que quieres conseguir si tuvieses que levantarte tantas veces?

Observo  a otros compañeros y por naturaleza o destreza consiguen lo que se proponen semanas antes que yo, incluso meses…
Siempre me he creído hábil en temas deportivos pero, actualmente (¿será la edad?),  veo que me cuesta la vida alcanzar una técnica mínima en las nuevas modalidades deportivas que pruebo.
Y lo que te imaginabas como un juego, se convierte en una batalla mental en donde el tesón y la disciplina tienen que ganar la lucha a tantos y tantos intentos fallidos.

Hace unos años quise aprender a hacer malabares con bolas.
Tras varias semanas y miles de intentos, todos los que me observaban terminaron aprendiendo mucho antes que yo…
Estaba desesperada.., no me lo podía creer.., ¡no podía mantener las tres bolas en el aire sin que se cayesen! (y mi familia al completo, hasta el perro, ya estaban hablando de montar un circo.., sin mí.., claro está).
Hasta que un día les dije a todos que estaría intentándolo hasta que me saliese.
No me movería de allí hasta lograrlo.
Y lo hice. Tras varias horas plantada en el mismo sitio, el movimiento surgió y las bolas se mantuvieron bailando en el aire.

Ahora estoy aquí, con las piernas agotadas de levantarme, sacudir la arena de mis pies y tranquilizar mi mente para equilibrarla…
Llega el turno de la “cuerda floja”, del slackline…
De nuevo todo el mundo parece más diestro que yo…
Me subo en la cinta.
No puedo quitarme de la mente una imagen: la de un mamut intentando cruzar un acantilado.
Dos pasos y me caigo al abismo…
Y así cientos de veces.
Dos pasos y al suelo.
Vuelvo al punto de partida.
Subo.
Sacudo la arena de las plantas de los pies.
Miro al frente.
Bajo punto de gravedad.
Respiro.
Visualizo mi objetivo…
Avanzo.
Dos pasos.
Al suelo de nuevo.
Vuelvo al punto de partida.
Subo…
Sacudo la arena de las plantas de los pies.
Miro al frente…
Y así.., hasta que llegue un día y.., me salga…
O eso espero…
No me rendiré. Lo tengo claro.
Quizás sea mucho más torpe que mis amigos.
Me alegro por ellos.
Yo…
Yo.., seré más lenta en el aprendizaje, pero tengo clara una cosa:
Lo intentaré las veces que hagan falta.
(Aunque a los del circo no les interese para nada un mamut equilibrista…)

Nota: lo más gracioso de todo es que una vez que haya conseguido mantenerme sobre la cuerda floja.., esa cuerda subirá de altura.., las caídas serán bestiales y el reto que me espera.., me hará temblar las piernas, el alma y.., la de los demás…